Bosque Rigel

La mujer clavo sus zafiros ojos en Hiroki y una vez este se volteo entrelazo su mirada con la del hombre para dar a entender que lo había sentido. Después de aquellos segundos de intercambio de miradas volvió su cabeza hacia abajo para mirar a Stefan a quien apretó levemente la mano tal vez para dar a entender que no le siguiera el hilo a su hermana ya que aquello podía terminar peor.

Por otro lado Rebekah se removió en los brazos de su padre, quería bajarse, tocar tierra ya que no soportaba mucho tiempo estando en brazos de alguien.

Hiroki entendió el gesto de la niña enseguida, y, accediendo a su muda petición, la bajó delicadamente al suelo si de ese modo sentía más seguridad. Sin embargo esta vez no le quitó el ojo de encima, por la posición de las estrellas ya era más de media noche, y sin duda alguna estaban en una de las zonas más peligrosas. No le quedaba mucho tiempo en la manada, de nuevo tendría que partir a arreglar algunos asuntos que no había zanjado.
Stefan, por su parte, permaneció impasible, mirando a Mikael con interés, pensando que podría estar pasando por la mente del muchacho.

Mailen vio como él joven se alejaba de ellos y una vez este se perdió de su vista se acerco acerco a Hiroki, ya que se había mantenido a unos pasos detrás se él. No sabia con exactitud que pasaba en esos momentos por la cabeza del Sombra Roja pero intuía algunas cosas, tenia varias opciones e iba a arriesgar.
- ¿Te iras ? - pregunto entonces tranquila, no lo reprochaba, no lo decía con malas intenciones... Solo era curiosidad.

Rebekah mientras tanto se alejo unos pasos de sus padres y decidió sentarse en una roca, justo donde había un pequeño claro por él cual podía ver las estrellas.

-Me temo que sí-Fue lo único que respondió, no le gustaba en absoluto dejar a sus hijos y a la madre de los mismos solos, sin embargo era alfa y embajador en otra manada bastante más lejana, por lo que le correspondía ir a arreglar asuntos. Suspiró, el ir y venir todo el tiempo era bastante cansado. Acto seguido, se dirigió a Stefan.
-Cuida a tu hermana y a tu madre ¿Sí?-Le dijo, y el niño asintió, abrazándose a la pierna de su padre por unos segundos, en los cuales Hiroki se dedicó a revolverle el cabello. Cuando al fin se separó de él, fue hacia donde estaba Rebekah, esta vez se colocó de cuclillas, hasta quedar justo a su altura. Fijó sus orbes verde, que brillaban sobrenaturalmente con la oscuridad en los de su hija-Estaré fuera unos días, no quiero que te metas en problemas, ¿De acuerdo? No más sustos para tu madre y para tu hermano. Recuerda que te estaré viendo-Y señaló hacia arriba, hacia el cielo nocturno, donde, muy cerca, estaban el Eridano y la Liebre.

Rebelan volvió la vista hacia él frente cuando vio que su padre se acercaba, siguió con la mirada él movimiento de este mientras apoyaba sus manitos sobre la roca y empezaba a mover sus pies para adelante y hacia atrás. Le miro fijamente , no dijo nada cuando él le hablo, tan solo se inclino hacia delante y rodeo él cuello de este en un abrazo.
- Cuando vuelvas ¿me contaras una historia sobre alguna de las constelaciones? - le pregunto entonces.

Mailen entre tanto miraba desde su lugar a Rebekah y Hiroki mientras mantenía la mano de su hijo.

El hombre le devolvió el abrazo a la pequeña niña.
-Por supuesto, por supuesto-Le dijo. Si había algo que Hiroki amara eran las formas celestes, y por supuesto que tenía información de sobra acerca de estas. Cuando fueran mayores, les enseñaría más tecnicismos, mientras tanto, se conformaba con contar historias y dar datos básicos. Igualmente esperaba poder comunicarse a través de las estrellas con sus hijos, por desgracia únicamente él tenía esa extraña conexión con la noche.
Sombra Roja se separó de su hija y miró a Mailén, acto seguido, sonrió de lado.
-Cuida de ellos-Y asintió con la cabeza, mirando por última vez a la mujer y a sus hijos, para luego caminar entre los árboles y perderse en la oscuridad.
Stefan permanecía junto a su madre, preguntándose a donde iría el hombre o como siquiera lograba desaparecer tan rápido. Miró a su gemela, aún bastante indignado como para "reconciliarse" con ella.

La pequeña tan solo quedo mirando la oscuridad, allí donde había visto a su padre antes de que este desapareciera. Si había alguien a quien mas quería era a su padre, como también a su hermano... Pero era diferente con Hiroki, ella sentía algo mas fuerte que la unía al Setan y le frustraba no saber que era aquello. Después de un momento miro a su hermano antena de mirar nuevamente las estrellas.

Mailen le había sonreído al padre de sus hijos, con eso bastaba para dar a entender que era capaz de dar su vida por tenerlos a salvo. Siguió con la mirada a Hiroki antes de que este desapareciera entre las sombras, fue cuando se volvió a Rebekah y se encamino hacia ella aun teniendo a Stefan de la mano.
- Ya volverá - le dijo con un tono de voz dulce mientras estiraba su mano libre hacia su hija. - mientras, esperemos lo en un lugar que sea un poco mas seguro que aquí. - Rebekah tomo la mano de su madre y se bajo de la roca. Mailen miro a Stefan - ¿donde cree, el hombre de la casa, que es él mejor lugar para esperar ? - le pregunto a Stefan.

-Papá es el hombre de la casa-Frunció el ceño, sin embargo tomó la responsabilidad demasiado a pecho. El niño lo meditó unos segundos, pensando con real profundidad el lugar a donde podrían ir. Finalmente, sus ojos azules se iluminaron con una súbita epifanía-Al lago de Arcturus-Stefan sabía bien que estaban bastante alejados del lugar, sin embargo era uno de sus sitios favoritos de toda la manada, calmo y hermoso. Esperó que su madre aceptara, si no, se conformaba con ir a cualquier playa cercana o lugar donde hubiera agua. Parecía ser que el pequeño tenía una fascinación enorme por aquél líquido.

- Tu también lo eres, que monte engañe la edad - dijo entonces. Después escuchó con tranquilidad y asintió cuando su hijo término por decirle a donde ir - sujeten se fuerte - les advirtió mientras apretaba las manos de sus hijos antes que una nube roja los envolviera a los tres t desapareciera junto con ellos.