Tundra Betelgeuse

Una joven loba blanca de grandes dimensiones para su edad llegó al lugar trotando alegremente, como si conociese el lugar. Selene estaba feliz, acababa de llegar a Fomalhaut y ya se sentía como en casa. Aquel enorme desierto de hielo y nieve le recordaba mucho al lugar del que procedía y sin embargo era completamente distinto. Olisqueó el aire, tranquila. Sabía que no encontraría a mucha gente por el lugar y ya que había preferido llegar hasta Fomalhaut sin compañía, prefería que eso siguiese siendo así, al menos por ahora.
Decidió sentarse a contemplar la aurora boreal que recorría el cielo, centrando por unos instantes todos sus sentidos en aquel hermoso fenómeno.

No pasó mucho tiempo antes de que la loba blanca no estuviera sola. Completamente disonante al paisaje, una gran figura oscura apareció de entre algunos de los ramajes más altos.
Era una hembra negra, de tamaño bastante superior al que correspondería, de ojos ámbar, casi naranjas. Alzó las orejas y miró a la otra loba.
-No te había visto por aquí-Dijo con la cola baja, mostrando que no tenía intenciones de atacar-¿Eres nueva?-Preguntó, ya que su olor no le resultaba nada conocido.

Selene levantó las orejas y se le erizó levemente el pelo. La presencia de la otra loba le había pillado por sorpresa, sin embargo, al observar la postura de la hembra se relajó. -Si, soy nueva. Soy la... nueva aprendiz del alpha. Me llamo Selene, ¿Y tú eres?-
A pesar de mostrarse tranquila, la joven loba se mostraba desconfiada, algo normal teniendo en cuenta que estaba en territorio desconocido.

-Selene, claro, mi padre me habló de ti-Dijo la loba sentándose, ya más tranquila, sintiéndose un poco mal por haber olvidado que aquella muchacha llegaría en algún momento a la manada.-Soy Roxanne, la hija de Hiroki-Se presentó con cordialidad-Él salió por unos días, pero ya volverá, mientras tanto yo puedo ayudarte... realmente no hay muchos otros lobos por acá
Y, como por instinto, procedió a recorrer toda la tundra con la mirada, esperando quizá encontrarse a otra persona, a su hermana, inclusive, aunque dudaba mucho que Bleu estuviera merodeando por ahí.

La loba blanca mantenía la cola baja, moviéndola de un lado a otro como si de un gato se tratase. Aunque ya estaba más tranquila sabiendo que la loba con la que hablaba era la hija de Hiroki. -Pues si pudieses ayudarme a recorrer el territorio me serías de gran ayuda. Quiero conocerlo bien antes de empezar con mis lecciones. ¿Hay más lugares como este? -Sin duda se refería a lugares fríos. Selene deseaba desde hacía años salir a explorar otras manadas, pero no llevaba más que unos días fuera y ya echaba de menos Hikarem.

-Por supuesto que puedo ayudarte, aunque te advierto que Fomalhaut es... bastante grande-Realmente la palabra quedó corta en boca de Roxanne, pues la manada y el continente por sí mismos eran inmensos, solitarios y potencialmente peligrosos para dos hembras. Quizá si les uniera Bleu en algún momento la travesía sería más amena.-Y bueno, todo es frío. Quizá no tanto como el lugar de donde vienes, pero no pasarás calor, puedes estar segura de eso. Aún así, toda la zona en la que estamos, la Orión, es la de temperaturas más bajas... por eso está tan solitaria

Selene asintió sería ante las palabras de Roxanne, no tenía prisa por recorrer el lugar, tenía tiempo de sobra, pero si podía descubrir los lugares más importantes pronto, mejor. -No tengo prisa, con que me enseñes los lugares más importantes me basta.- volvió a observar el lugar, le gustaba tanto aquel sitio...-Si alguna vez tenéis que buscarme por cualquier motivo, creo que este sería el sitio en el que deberíais mirar primero -Sonrió, entrecerrando los ojos y olisqueando el aire, moviendo la cola lentamente, sintiendo el frío que tanto le gustaba.

Roxanne sonrió de lado y se levantó, sacudiendo el pelaje que ya se había cubierto de un poco de blanco. Miró al cielo, seguramente una nevada se acercaba, y sería mejor que le enseñara el resto del lugar antes de que esta llegara. A pesar de esto no se preocupó en absoluto por Selena, sabía que venía de un clima frío.
-Lo tendré en cuenta-Dijo sonriendo-¿Quieres terminar de recorrer la Tundra?-Preguntó ya empezando a caminar.

La loba blanca se levantó después que Roxanne y al igual se sacudió el pelaje y comenzó a seguir a Roxanne, caminando tranquila mientras olisqueaba el aire. -Está bien, pero deberíamos darnos prisa, se acerca una gran nevada y no sería conveniente quedarnos al raso. -