Picos Merak

Su rostro cambio por completo al escuchar la primera palabra que Hiroki le dijo, 'pero si yo soy idiota' pensó entonces mientras escuchaba atenta la breve y concisa 'historia' del Sombra.
-Lo lamento- logro susurrar por lo bajo en él momento que se hizo una pausa antes de que le preguntara aquello.- Varios, aunque los mas sercanos son realmente pocos - sonrió pensando mas que nada en Maila y la larga historia que tenia con ella.

-No te preocupes, fue hace mucho-Respondió ya más relajado, y le dedicó una cálida sonrisa de tranquilidad.-Tu hermana Máila es realmente protectora contigo, ¿Eh? Lo pude notar en como se interpuso entre nosotros-Rió un poco. Habían pocas veces en las que veía a dos seres tan unidos, las pocas veces que lo había presenciado era con Matt Vollmond y su mejor amigo Chrono, y con los hermanos Gespenst, Chaos y Folter

- Es mutuo - le respondió al instsnte, casi como automáticamente. - siempre vamos juntas a los distintos lugares y nos cuidamos las espaldas. Lamentablemente es algo que aprendimos tarde, pero al menos no lo lamentamos -

-Más vale tarde que nunca-Dijo Hiroki de inmediato, recordando. En ese momento un profundo dolor lo invadió, al recordar un evento reciente que lo había marcado de forma muy negativa-Madara siempre fue mi mejor amigo de toda la vida, era un líder nato, el mejor que conocí en mucho tiempo. Sus comandos eran brillantes, la manera en la que dirigía... No tenían comparación. Pero, a cambio, fue un padre terrible-Rió ante su propio comentario-Sus hijos lo conocieron como su alfa, no como su padre, alguien que debían respetar y obedecer pero no por amor, sino por sumisión. Madara tuvo muchos hijos, pero de las dos camadas que llevaron sus genes, con cuatro cachorros cada una, únicamente sobreviven dos hijos, o bueno, eso pensamos, porque siguen desaparecidos. Ellos lo odian, creo que ni siquiera lamentan que ya no esté.-Hizo una pequeña pausa-Te preguntarás porque te estoy contando esto. Madara se dio cuenta de sus errores demasiado tarde, cuando ya no hubo vuelta atrás, mientras agonizaba. Cuando murió, me hizo prometer algo. Me hizo prometer que yo sería un padre para mis hijos, que los educaría, protegería y conviviría con ellos, que buscaría un tiempo entre mis responsabilidades para ellos y les daría prioridad ante todo. Pero cuando él murió perdí la mitad de mi vida, y toda la esperanza. Pero hoy apareciste tu, y me dijiste que sería padre de nuevo. Y recordé la promesa. Mailén, prometo que la voy a cumplir. A esos pequeños que llevas en el vientre no les faltará nada, lo juro.-Finalizó su monólogo. Era extraño, no sabía porque en ese momento estaba siendo tan auténtico, pero ahí estaba.

Al principio tan solo pensó que era una historia de las tantas que el Setan tenía, por lo que en cierta forma se acomodó en su lugar y después paso a escuchar con atención, planeaba tal vez contarle la suya con su hermana, la época Oscura, así le solían decir las dos. Más cuando fue introduciéndose más en el relato se fue dando cuenta que no era algo que le contaba por que sí, si no que iba para algo más. Su rostro se puso serio y sus ojos azules cual zafiro se clavaron en los de Hiroki, no expresaban nada pero si daban la certeza deque Mailén prestaba una atención absoluta. Cuando éste termino trago saliva y se mantuvo en silencio por un largo rato.
- No se... no se que decir - le dijo entonces algo sorprendida - Gracias -

-No tienes que decir nada-Contestó Sombra Roja mientras veía un punto ciego, pensando en Madara, la promesa que le había hecho y el memorial que había construido en su honor. Habían cambiado muchísimas cosas en los últimos tiempos, algunas cosas eran bastante difíciles de asimilar-Tampoco tienes que agradecerme, es mi responsabilidad... Y también quiero hacerlo

-Es la responsabilidad de ambos - sabían raro esas palabras en su boca, nunca pudo decirla y siempre las tuvo atascadas en la garganta desde la muerte de su único amor. Miraba a un lado del camino, donde una luz tenue iluminaba una esquina. Era raro para ella esta situación, era difícil asumir que la responsabilidad del cuidado de quien/es iba/n a nacer ya no recaería solo en ella, si no que la compartiría con alguien más.

-Lo sé-Terminó de hablar. Luego, una epifanía recorrió su rostro y una sonrisa lo iluminó-¿Te sientes lo suficientemente bien para recorrer el territorio? ¿O prefieres descansar?-En ese momento se dio cuenta, por fin, de lo contraproducente que podía resultar que no hubieran sitios ni cuevas establecidos. Realmente a Hiroki nunca le había importado tumbarse en cualquier lugar... Pero eso quizá no sería lo mejor para una chica embarazada. Buscaría un lugar para ella apenas pudiera.

Su concentración se rompió cuando escuchó la pregunta de Sombra Roja. Volvió la cabeza para mirarle y entrecerró sus ojos tratando de recordar las palabras que le habían sonado algo lejanas.
-Me siento perfectamente - respondió entonces, la verdad es que el dolor había mermado por completo, se sentía nuevamente ella por lo que podía hacer lo que quisiera.

Hiroki se levantó entonces, elegante y veloz, y le tendió la mano a Mailén.
-¿Me acompañas, entonces?-Le preguntó. Quería que conociera todo el territorio, si se llegaba a perder... No quería ni pensarlo. Del mismo modo le enseñaría a sus hijos las tierras en las que vivirían apenas tuvieran la edad.

Su delicada y blanca mano se poso en la palma de Hiroki para después cerrarla y levantarse, dejando en aquel movimiento un leve pero perceptible olor a azufre. Miró al Sombra esperando que éste comenzara el recorrido y así seguirlo, si bien no le gustaba ir detrás de nadie en este caso iba a tener que hacerlo al no conocer el rumbo que elegirían.

Pero Hiroki la tomó desprevenida, una pequeña pequeña sonrisa se le asomó en su rostro, mientras la jalaba delicado pero firme, y la cargaba en brazos.
-Es un ascenso peligroso-Le dijo mientras caminaba, era pequeña y ligera, no le costaba nada llevarla.

Fue casi repentino aquello que no negaría que un poco la asustó. Ya en los brazos del Sombra le miró y pasó su brazo derecho por detrás del cuello de éste para poder sostenerse.
- Sehen sie später - habló un tono más alto del que estaba usando para hacerse escuchar aun mirando a Hiroki y sonriendo de lado, sus palabras chocaron en las paredes generando ecos.